Toda región guarda un pasado, una historia que se deja ver en cada uno de sus habitantes, en sus fachadas, templos, plazas, costumbres y tradiciones. Cientos de años han pasado y aún podemos disfrutar de aquellas calles coloniales que fueron recorridas por grandes próceres de la independencia de Venezuela.
Mérida, de gente noble y religiosa, creyentes en Dios el creador. Pasan los días y se puede observar como gran cantidad de feligreses se acercan a la Basílica Menor a elevar una oración y encender una velita a su santo.
En lugares emblemáticos puedes observar como extranjeros se retratan conservando así un poquito de esta mística ciudad. La iglesia de Milla, La plaza de las 4 bolas donde reposa la estatua del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, el Monumento a la columna, el Concejo Legislativo, Palacio de Gobierno, La Casa de los Antiguos Gobernadores, La Catedral, La plaza de las Heroínas y Palacio Arzobispal son algunos de los puntos de obligada visita.
En la actualidad esta hermosa ciudad rodeada de imponentes montañas, con un centro colonial de singular belleza se entremezcla con modernas edificaciones como centros comerciales, elegantes restaurantes y un parque automotor que en los últimos años ha crecido de manera vertiginosa, lo importante es que en su gente aún podemos encontrar un trato cordial, amable y hospitalario, que bien le hacen honor a su nombre.
Betsanghel Toro
Foto/ Juan Carlos Martínez
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