Expedicionarios alcanzaron Puertas de Miraflores
Uno de los lugares más imponentes de Venezuela, orgullo de los monaguenses fue alcanzado finalmente por la expedición conformada por José Vicente Rojas, Julio Luzardo y Claudio García, integrantes del grupo Monagas – Delta Amacuro, del proyecto Venezuela Tesoro de América.
La maravilla natural Puertas de Miraflores, está ubicada en el municipio Acosta a unas dos horas por carretera desde Maturín.
Caracterizada por su singular belleza escénica, consiste en un cañón de más de 300 metros de profundidad, atravesado por el caudaloso y cristalino río Guarapiche, separa dos grandes y únicas formaciones rocosas del macizo montañoso oriental.
Su acceso significa toda una aventura, en la que se debe caminar por una hora serpenteando las aguas del torrente desde el balneario Miraflores.
Los aventureros deben cruzar al menos en siete oportunidades el rio. El sitio es muy apreciado por los escaladores y amantes de los deportes extremos de todo el mundo por la verticalidad de las paredes del cañón.
Al comienzo de la caminata nos encontramos con un Record Guiness poco conocido, se trata del río más corto del mundo, El Mapurite, que tan solo recorre unos 35 metros desde su manantial hasta caer como afluente al río Guarapiche.
Esfuerzo recompensado por la belleza
Para llegar hasta las imponentes Puertas de Miraflores, nos acompañó el equipo de la dirección de Turismo del municipio Acosta, y un grupo de guías escaladores del pueblo de Miraflores.
El primero de los cruces del Guarapiche es a través de un puente de hierro, pero los siguientes son todos por el río. Algo que llamó la atención de los falconianos es que hay una cominería de piedra de laja que lleva al lugar. Esto les hizo pensar que sería muy fácil de acceder, pero a medida que subían por las laderas del río y las montañas se podía ver en los rostros de Claudio, Chente y Julio, el cansancio y la ansiedad por llegar y descubrir lo que nos esperaba.
El trayecto es de una hora aproximadamente, y depende del ritmo de los caminantes. Como una costumbre de los locales, le piden a los que llegan por primera vez, que no suban la mirada, que solo se fijen en el camino, de esta manera aseguran que haya un gran impacto al darse cuenta de la grandeza e imponencia de la maravilla del lugar. Así pasó, casi que ni lo podían creer al llegar a la base del gran cañón.
Los presentes se sienten minúsculos al tratar de ubicarse dentro del contexto natural. Las paredes son inmensas, y el sol ilumina de múltiples maneras los contornos.
Julio Luzardo dejó literalmente el alto el nombre de Nuevo Día, ya que guiado por los instructores de escalada, pudo subir por la pared del cañón y alcanzar los 15 metros para principiantes.
Con las Puertas de Miraflores, como joya de Monagas, queda una vez más demostrado que Venezuela es Tesoro de América.
José Vicente Rojas, Claudio García, Julio Luzardo
Enviados especiales
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