Un recorrido de casi 1 hora nos condujo hasta Gavidia desde donde empezaría la larga caminata, cada uno con más de 10 kilos de equipaje en sus espaldas. De forma inmediata el paisaje nos impresionó, montañas muy altas, frailejones, un sol radiante y una suave brisa fresca nos daba la bienvenida a este sorprendente reto que apenas comenzaba.
Tres montañas nos separaban de nuestro destino, la Laguna del Santo Cristo, cada hora que pasaba era un punto de motivación, ya no se valía mirar hacia atrás y devolverse; en nuestras mentes pasaban muchas cosas pues estaríamos dos días completamente incomunicados.
En plena madrugada fuimos sorprendidos por una fuerte lluvia, la cual nos asustó, pues solo estábamos nosotros y la naturaleza. El agua inundó nuestros campamentos, solo queríamos que amaneciera y llegar de nuevo a la ciudad de Mérida.
Y es que la Laguna de Santo Cristo es un tesoro de Venezuela, es la más grande de Mérida, se le designa con ese nombre según porque el reflejo de una roca en la laguna semeja la imagen de Jesucristo. Es ideal para la meditación y la pesca de trucha. Ubicada en el Parque Nacional Sierra Nevada y es un atractivo turístico para los excursionistas.
Betsanghel Toro
Foto/ Juan Carlos Martínez
No hay comentarios:
Publicar un comentario