Las aguas caribeñas que rodean el estado Nueva Esparta son indudablemente ricas en especies. Así se puede comprobar el Museo Marino de Margarita, lugar creado en 1994 en la población de Boca de Río, para exponer la mayor cantidad de fauna y flora marina que rodea este territorio insular venezolano.
Con cancelar sólo 10 bolívares fuertes por persona tendrá la oportunidad de apreciar desde un coral hasta el esqueleto de una ballena, pero además tendrá a la mano información sobre la importancia de cada uno de ellos y su ubicación predominante, entre otros aspectos.
El recorrido comienza a la derecha de la entrada del Museo, allí en unas piscinas puede observar – en la simulación de su hábitat natural- una raya látigo, róbalo, bagre guatero, pargo caballo o guasinuco, algunos tipos de tortugas y hasta un tiburón gata.
Cerca de estas piscinas, sorprende la exhibición del esqueleto de una ballena que le da paso a las salas del museo donde pueden conocer y visualizar especies únicas en lugares de este tipo como el Tiburón ballena y el Tamán Pequeño (un tiburón más diminuto), ejemplar que casualmente fue capturado por pescadores artesanales de la localidad y posteriormente donado a este Museo.
Posee una sala de mamíferos marinos donde además de esqueletos de delfines y otros disecados se pueden conocer los modelos en escala de las redes sardineras artesanales y las etapas para la construcción de barcos como el plantado, el enmaderado y el entablazón o calafateado.
Una especie rara en las costas de Margarita es el Delfín Calderón, su hábitat natural son aguas oceánicas o sobre el talud continental, el espécimen que muestra el Museo Marino fue recogido recién nacido en aguas margariteñas, una verdadera novedad.
Así en el recorrido por el Museo también se observan diversos tipos de ostras, caracoles o conchas marinas y por supuesto la variedad de peces pequeños y medianos; y peculiares caballitos de mar.
Para quienes deseen llevarse un recuerdo de su visita a este centro recreativo, hay una pequeña tienda en sus instalaciones que ofrece a la venta tazas, vasos, llaveros, franelas y otros artículos que rememorarán su paso por el Museo del Mar.
Con cancelar sólo 10 bolívares fuertes por persona tendrá la oportunidad de apreciar desde un coral hasta el esqueleto de una ballena, pero además tendrá a la mano información sobre la importancia de cada uno de ellos y su ubicación predominante, entre otros aspectos.
El recorrido comienza a la derecha de la entrada del Museo, allí en unas piscinas puede observar – en la simulación de su hábitat natural- una raya látigo, róbalo, bagre guatero, pargo caballo o guasinuco, algunos tipos de tortugas y hasta un tiburón gata.
Cerca de estas piscinas, sorprende la exhibición del esqueleto de una ballena que le da paso a las salas del museo donde pueden conocer y visualizar especies únicas en lugares de este tipo como el Tiburón ballena y el Tamán Pequeño (un tiburón más diminuto), ejemplar que casualmente fue capturado por pescadores artesanales de la localidad y posteriormente donado a este Museo.
Posee una sala de mamíferos marinos donde además de esqueletos de delfines y otros disecados se pueden conocer los modelos en escala de las redes sardineras artesanales y las etapas para la construcción de barcos como el plantado, el enmaderado y el entablazón o calafateado.
Una especie rara en las costas de Margarita es el Delfín Calderón, su hábitat natural son aguas oceánicas o sobre el talud continental, el espécimen que muestra el Museo Marino fue recogido recién nacido en aguas margariteñas, una verdadera novedad.
Así en el recorrido por el Museo también se observan diversos tipos de ostras, caracoles o conchas marinas y por supuesto la variedad de peces pequeños y medianos; y peculiares caballitos de mar.
Para quienes deseen llevarse un recuerdo de su visita a este centro recreativo, hay una pequeña tienda en sus instalaciones que ofrece a la venta tazas, vasos, llaveros, franelas y otros artículos que rememorarán su paso por el Museo del Mar.
Laura Arismendi
Jarrinsson López
Fotos/Heberto León B.
Apoyo/ Freddy Roberti
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